domingo, 29 de enero de 2012

Un vino de raiz: SEICA 2007.

Existen  vinos que nos hacen disfrutar de tal manera que  aunque pasen los años quedarán siempre presentes en nuestra memoria  como es el caso de este magnífico  vino tinto  llamado  Seica 2007, fruto  de las inquietudes de Sebio y Carreño, enólogo y propietario de la bodega María Álvarez Serrano que comenzaron hace años el romance de recuperar las variedades autóctonas de la región del Ribeiro y  con el paso del  tiempo fueron  elaborando  unos vinos tintos criados en barrica  que  transmiten  elegancia, personalidad y frescura, de los que nadie diría  que son  gallegos, convirtiéndose en la actualidad en unos  referentes   y precursores  de los singulares y modernos vinos de Galicia.
Seica 2007 tiene una producción de 400 botellas y  ha sido elaborado con cepas viejas de una parcela llamada “Taina” con las  variedades Garnacha, Sousón y Carabuñeira, criado en barrica de roble francés durante 14 meses.


Las viñas se cultivan bajo criterios biológicos, de este modo en su proceso de elaboración se prescinde de cualquier producto químico como fertilizantes, herbicidas o tratamientos contra enfermedades, sólo se  utilizan extractos de plantas naturales dando lugar así a un vino que refleja al máximo el respeto por la tierra y la tradición.



Seica es un vino para apreciar con tranquilidad ya que nos va seduciendo desde la primera hasta la última copa, en la fase visual se puede apreciar un intenso color morado limpio y brillante. En nariz  es complejo y elegante con notas intensas de fruta negra ciruela, cereza y especiadas con  un delicado fondo de mineralidad aportada por el suelo pizarrozo. En boca  percibimos toda la exaltación de la fruta de manera finísima,  bien equilibrado fresco y armonioso con un final largo y placentero.

lunes, 9 de enero de 2012

Bodega Couto Mixto. Encontrando el corazón a las cepas.


En plena comarca de Monterrei se encuentra  Mandín un pequeño pueblo fronterizo entre España y Portugal  envuelto de un fascinante paisaje de viñedos donde las cepas  se extienden sobre sus  montañas,  protegidas del clima adverso donde se encuentra la pequeña bodega Couto Mixto, dirigida  de manera artesanal por el viticultor Francisco Pérez Diéguez, un hombre comprometido en encontrarle el corazón a las cepas autóctonas  y sobre todo lo que intenta es volver a restablecer el equilibrio entre la cepa y su entorno.
Xico en la parcela Touxiguera
Su  filosofía  de trabajo se basa en poner  suma atención en el terruño y la elaboración llevando a cabo  técnicas de cultivo respetuoso con el medio ambiente retomando métodos tradicionales en el viñedo con la mínima manipulación humana y tecnológica con la finalidad de crear vinos que  reflejen la máxima expresión entre  la uva y el suelo.


Uva Blanca de Monterrei
En un entorno  de tranquilidad de naturaleza pura sobre suelos de  esquisto con un micro clima de influencia atlántica y mediterráneo reposan  las 2,5 hectáreas de viñedos distribuidas en 3 parcelas  en las que hay que elogiar la apuesta por la recuperación de las  variedades autóctonas entre la cuales se  halla una gran diversidad  en blancas :Dona branca, Verdello y la Blanca de Monterrei  y en tintas:  Bastardo , Sousón, Mencia, Tinta gorda, Trincadeira, Tinta bastardiña, Tinta Serodio,  Arauxa y por última  Caiño conocida en la zona con el nombre de Zamarrica .
Uva Bastardo
La bodega Couto Mixto comercializa  los siguientes vinos: Couto Mixto blanco con una producción 1,500 botellas  y Couto Mixto tinto   con una producción 2,000 botellas.


Desgraciadamente hasta que transcurra mucho tiempo, pasando de generación en generación todo el conocimiento y sabiduría que se aprende en un largo camino de muchas vidas, no vamos a poder ver la máxima expresión que puede dar de sí la gran diversidad de castes autóctonas de nuestra tierra gallega que tiene una cultura única y milenaria.

Couto Mixto Tinto
En la actualidad vemos que con todas las trabas que interpone la administración para el desarrollo del duro esfuerzo y trabajo de tantos y tantos viticultores que se ven atados sin poder dar una continuidad a su labor, siendo “Bodega Couto Mixto” un claro ejemplo de ello.